Nuestra Historia
Mora en la Edad Media
La existencia de una población llamada Mora aparece reflejada en la , más conocido como Al-Muqtabis IV, escrita entre los años 912 al 942. Al ocupar la ciudad de Toledo el rey cristiano Alfonso VI, el año 1085, la fortaleza y la localidad de Mora se integró en la taifa del rey sevillano al-Mutamid ben Abbad. El castillo formó parte de cesión conocida como dote de la mora Zaida. Durante el año 1131, la fortaleza que estaba desde varios años en poder de los musulmanes, pasó a ser un territorio del rey de Castilla-León. Nombró alcaide a Munio Alfonso. En los documentos aparece con el nombre de Moura la Vella o Mora la Vieja.
La Guerra de las Comunidades
En los primeros meses del año 1521 se desarrolló en Toledo un movimiento conocido como las Comunidades de Castilla. Juan de Padilla se levantó y promovió un motín popular contra la autoridad del rey Carlos I. Contaba con el apoyo de una parte de la nobleza intermedia. En el otro bando estaba Antonio de Zúñiga, prior de la Orden de San Juan, instalada en la localidad de Consuegra. Mora optó por escorarse a la facción comunera, lo que tuvo funestas consecuencias para el pueblo. Las tropas del prior atacaron. En el combate quemaron su iglesia, con varios cientos de sus vecinos que se habían refugiado en el interior del templo.
Los Titulares del Señorío
El 25 de Febrero de 1570, los caballeros de Santiago perdían su señorío, al venderlo el rey a un particular. Se llamaba Francisco de Rojas y Guevara y era señor de Layos y del Castañar, además de regidor en Toledo. La Orden de Santiago, sin embargo, mantendrá la propiedad de Yegros. Hasta el reinado de Felipe III, los Rojas no serán nombrados condes. El primer miembro de esa familia que disfrutó del título fue Francisco de Rojas.
Cultivos Agrícolas y Actividad Artesanal
Durante el siglo XVII se fue extendiendo el viñedo por todo el término de Mora. Entonces, el campo era la ocupación principal para la mayoría de la población. Sin embargo, a la par, iba desasrrollándose una atomizada industria de cuchillos, rejas, llaves, calderos, etc. Las materias primas necesarias para esa fabricación procedían del norte peninsular y los abastecedores será mercaderes guipuzcoanos. Los artesanos estuvieron agrupados en una hermandad gremial llamada <>, cuya cofradía será la Antigua de las Benditas Ánimas.
Entre los años 1760 y 1800, Mora pasó a ser el pueblo de mayor producción jabonera en la zona sur de Toledo. Ese auge fue posible por el asentamiento de un grupo de los caldereros franceses, constructores de calderas para hacer jabón y por la aparición de varios cientos de arrieros que distribuían el producto en cualquier punto de la Península. También aparecieron varias fábricas jaboneras y compañías comerciales, formadas por varios socios, unos inversores y otros encargados de la dirección y comercialización. Naturalmente, ese auge tuvo como telón de fondo una expansión inusitada del olivar. Su principal impulsor sería un presbítero llamado Hilario Peñalver, vice-director de la Sociedad Económica de Amigos del País.
La Revuelta del Pan
Entre los años 1802 y 1808 hubo una profunda crisis de subsistencia en el entorno de Mora, provocada por años continuos de malas cosechas, en especial de cereales panificables. Los precios se habían disparado al alza, lo cual dio lugar a unas conmociones violentas cuando desde las zonas rurales se intentaba llevar a las ciudades los granos que algunos propietarios tenían en reserva. En Mayo de 1802 se producía una revuelta, durante la cual un grupo numeroso de jornaleros tomaban el control municipal. Un mes después eran encarcelados por un juez llegado de Madrid, acompañado de numerosos alguaciles. No parece que aquel movimiento fuese un tumulto espontáneo. Hay que considerar que estuvo organizado y su influencia se dejó notar en varios pueblos circunvecinos, Mascaraque, Villanueva de Bogas y Tembleque.
La Guerra contra los franceses
En 1808 , un cuerpo del ejército del general Dupont ocupó Mora. La presencia de tropas españolas, después de la batalla de Bailén, intentando reconquistar esta zona, hizo que los soldados del general Poysson cometieran numerosos desmanes, tropelías y ajusticiamientos de paisanos. El pueblo estuvo controlad, hasta febrero del año 1809, por los destacamentos de Valençe y Latour Manbourg, que fueron vencidos por el duque de Alburquerque, causándoles importantes bajas.
Otros hechos históricos
A partir de 1837, la casa condal de los Rojas perdió su dominio territorial. Sólo mantendría un palacio y unos jardines. Ambos edificios fueron derruidos en el trascurso del siglo para edificar unas escuelas y convertirlos en plazas públicas. Durante el siglo XIX, Mora alcanzó un fuerte desarrollo económico, cuya base esencial fue el olivar y el aceite. Esa circunstancia permitió una configuración urbana muy peculiar, en torno a varias casas de la calle Ancha. Los propietarios olivareros, los dueños de los molinos y artificios jaboneros, levantaron sus casas siguiendo modelos arquitectónicos novedosos. Uno de los elementos más paradigmáticos fue el mirador construido en hierro.
Hilario Rodriguez de Gracia
Historiador Moracho
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